miércoles, 29 de abril de 2009

El Principito

Releer El Principito me hizo soñar otra vez...como cuando se enciende la luz de una estrella dentro del corazón...una luz sutil pero cálida, que nos abriga y nos transporta hacia ese asteroide pequeñito, con tres volcanes y una flor protegida por un globo de vidrio.
"Lo esencial es invisible a los ojos..." le había aconsejado el zorro en el planeta Tierra...lo más importante no se ve pero se siente y nos hace felices. Es el amor que nos nace hacia los demás...lo que parecía carecer de interés cobra una relevancia inmensa. Esa relevancia nos puede quitar el aliento, hacernos llorar, sentirnos domesticados por el amor hacia los amigos. Un amigo no puede ser tan sólo otro ser humano, también puede ser la naturaleza entera, los animales, las estrellas, nuestra propia alma...El Principito llegó al mundo para hacer de las estrellas un conjunto de cascabeles que suenan riendo, para hacernos a su vez sonreir y consolarnos: no estamos solos.
La soledad no existirá mientras elevemos los ojos al cielo y contemplemos estas luces ruiseñas.
Antoine de Saint- Exupéry hizo un pedido especial al final del libro, suplicó que si llegáramos alguna vez a encontrarnos con un niño de cabellos dorados y lleno de preguntas, le avisáramos, así no se quedara tan triste por su ausencia...Ojalá algún día podamos responderle que en el desierto de nuestro interior se ha iluminado una estrella, que ha regresado, y se ha instalado para siempre...Entonces desde ese mismo día comenzarán a importarnos las cosas Realmente Importantes aprendiendo a ver con los ojos del corazón....
Si pueden lean este libro, o releéanlo...¡¡¡hay tantos mensajes complejos detrás de sus sencillas palabras!!!...